Nuestra portada
Para la portada del número 169 de la Revista hemos elegido la imagen de una página del código Leicester, conocida comúnmente como “vortici d’acqua” (remolinos de agua), la cual representa tal vez el más extraordinario de los estudios de los patrones de movimiento generados por el flujo del agua realizados por Leonardo:
1- El agua al atravesar un obstáculo plano (dos dibujos de la parte superior) impresionó a Leonardo por el hecho de que tales patrones de movimiento eran relativamente estables y reproducibles, lo que le hizo pensar que el flujo no era caótico sino sujeto a leyes físicas. De hecho, en las notas de la página siguiente en el código Leicester, Leonardo tratará de enunciar tales principios en términos de incidencia, percusión y reflexión.
2- Las ondas y burbujas producidas por el agua al caer en una piscina a través de una compuerta (parte inferior de la página) forman múltiples remolinos que se extienden a lo largo de la superficie, los cuales, a su vez, dan origen a círculos concéntricos de burbujas que se expanden atravesándose los unos a los otros sin interferencia (un fenómeno que Leonardo ya había documentado en sus investigaciones sobre la propagación de las ondas). Fascinado con tales observaciones, Leonardo se refiere al bellísimo espectáculo de las ondulaciones del agua y de los movimientos que resultan cuando un elemento (aire) penetra otro (agua).
El dibujo de vortici d’acqua, lúcido y sofisticado, demuestra la habilidad de Leonardo para fijar una impresión instantánea en su mente y plasmarla en el papel. Mientras que el dibujo final es una superposición densa de capas de corrientes de agua y burbujas, el dibujo subyacente, visto por primera vez con luz infrarroja, es mucho más simple, lo que da a entender que Leonardo construía sus dibujos en etapas, iniciando con una estructura compuesta de una corriente de amplias espirales, a la que luego agregaba pequeñas rosetas de burbujas en la superficie.
El Código Leicester (1505-1510) es uno de los varios cuadernos de apuntes en los que Leonardo plasmó sus observaciones y sus estudios ilustrándolos con bocetos y dibujos. El manuscrito completo se compone de 18 páginas dobles (en total 36), con dimensiones de 27 x 20 cm. Se trata de una colección de apuntes que no están organizados de manera sistemática ni definitiva y a los que Leonardo iba agregando nuevas observaciones, consideraciones o resultados de experimentos. Se pueden observar, además, partes de texto resaltadas o tachadas de manera improvisada, lo que revela la inmediatez de la escritura de Leonardo y un modo de discurrir basado en enunciados e interrogaciones. El tema principal del Código Leicester es el agua, con apuntes y diseños de turbulencias (vortici) y corrientes, observaciones de hidrostática, hidrodinámica e ingeniería hidráulica. A lo largo de todo el código, Leonardo utiliza una escritura especular (de derecha a izquierda) debida, al parecer, a un problema óptico instintivo, bastante frecuente en los niños, y que en Leonardo no fue corregido a tiempo durante la infancia. El manuscrito fue encontrado en el año 1660 en Roma, en un viejo baúl, por el pintor Giuseppe Grezzi, quien lo conservó hasta el año 1717, cuando el inglés Thomas Coke, primer conde de Leicester, lo compró. El Código permaneció en la casa de Leicester hasta el año 1980, cuando el americano Armand Hammer lo adquirió y lo denominó Hammer Code. Por último, en 1994, Bill Gates, presidente de Microsoft, lo compró por un valor de 30 millones de dólares y lo denominó nuevamente Código Leicester. Actualmente se encuentra en el Gates Museum, donde es conservado en una cripta climatizada y totalmente protegido de la luz.